Juan Díaz Porlier
Nació
en Cartagena de Indias, en 1788 y murió en A Coruña, en 1815. Fue un militar español perteneciente
a una importante familia afincada en la América española que participó
activamente en la guerra de Independencia y luchó por defender la constitución
y el estado liberal que habían soñado las Cortes de Cádiz.
Durante
la Guerra de Independencia fue precursor de la Guerra de guerrillas y
perfeccionó sus tácticas.
Acabada
la guerra, con el grado de mariscal de campo y como tantos otros héroes que
habían posibilitado la vuelta de Fernando VII a España y al trono, disconforme
con la vulneración de la Constitución gaditana que hizo aquel monarca, al no
gustarle el régimen salido del Manifiesto de los Persas, inicia conversaciones
con otros individuos que sintiendo España están sin embargo en contra de
Fernando VII. Traicionado por su propio secretario, es detenido en Madrid y
condenado a cuatro años de cárcel. Para cumplirlos es llevado a A Coruña,
Galicia (1814), siendo encerrado en el Castillo de San Antón, de donde sale en
prisión atenuada para tomar baños medicinales en el vecino pueblo de Arteixo,
por lo que el 19 de agosto pasa con su esposa a residir en el lugar de
Pastoriza en la casa de un correligionario, en la cual prepara el
pronunciamiento que inicia en su retorno a A Coruña en la noche del 18 al 19 de
septiembre de 1815, llegando a la ciudad hacia la una de la madrugada. Con la
ayuda de varios oficiales asturianos que habían combatido junto a él, hizo
prisionero al capitán general y a las autoridades militares. Tras hacerse con
el control de la plaza en menos de dos horas, proclama la Constitución de 1812.
En un manifiesto liberal de carácter moderado, exhortaba a la nobleza y a la
burguesía a colaborar con la monarquía constitucional en la cual debían de ser
respetadas tanto "las prerrogativas del trono como los derechos de la
nación". Solicitaba la convocatoria de Cortes elegidas por el pueblo, las
cuales deberían tener la libertad de realizar en la mencionada constitución los
cambios que exigía la situación.
Consiguió
el respaldo de una parte de los comerciantes de la ciudad,, así como de
prácticamente todas las fuerzas militares acantonadas en ella y en la base
naval de Ferrol. Siguiendo sus órdenes, para unirse a él salió de esta última
ciudad al frente del primer batallón del sexto regimiento de marina, el
brigadier de la Real Armada don Ramón Romay y Jiménez de Cisneros. El día 21,
al frente de varios cuerpos sublevados que sumaban 864 hombres, se dirigió a
Santiago de Compostela con intención de que las autoridades y cuerpos militares
allí acuartelados se uniesen al pronunciamiento. Pero en las primeras horas del
día 22, tras ser traicionado, Porlier es detenido por el juez don Tomás Antonio
de la Iglesia al frente de un grupo de paisanos de la jurisdicción de Folgoso.
Llevado
primero a Santiago de Compostela en secreto, pasa después a A Coruña en donde
es...
“Condenado
por unanimidad de votos á que precediendo la degradación, sufra la pena de
Horca que señala el artº. 26, artº. 8º titº. 10º de las Reales ordenanzas;”
Tras haber sido degradado no se le concedió el
ser fusilado, como hubiese correspondido a su profesión y rango. Fue ahorcado
en La Coruña en el Campo da Leña (donde existe una estatua suya) el 3 de octubre de 1815.
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